viernes, 14 de febrero de 2014

ENTREVISTA DE PEDRO LAGARTA A PEDRO MARTÍNEZ.




-          -  ¿Empezamos?
       -  Cuando quieras…
-         -  ¿Esto es una auto-entrevista o un ejercicio de bipolaridad activa?
-        - Pues en el formato, quiero decir en la forma, realmente es una pedantería más que un ejercicio de bipolaridad, y en el fondo es una auto-entrevista…
-         - ¿Una pedantería?
-       - No existe un límite o una diferencia entre tú y yo… Proponer una entrevista entre Pedro Lagarta y Pedro Martínez es una especie de pedantería…
-        - ¿Te consideras pedante?
-        - Espero que no sea uno de mis rasgos principales…
-        - No hombre, yo creo que en el fondo es un ejercicio desesperado para no desprenderte de mi…
-      Soy aglutinador, no quiero desprenderme de nada… Nunca he sabido desprenderme de ti, nunca he querido olvidarte, sin embargo representas una realidad que ya no existe…
-        - ¿Ah no?
-        - Eso es, no.
-        - ¿Quién era yo?
-        - Un seudónimo, una manera de reivindicar algo importante en una ciudad de provincias…
-        - ¿Una convicción?
-     No creo… Más que una convicción eras una manera de representar algo que había creado yo, que provenía únicamente de mi, algo que no venía de serie, una postura crítica con el entorno desde lo divertido, sin malos rollos, una lucha contra el determinismo…
-    - Nunca explicas con claridad de dónde vengo, ni cuando decidiste que yo había llegado… Sin esa explicación esta entrevista puede resultar algo críptica para la gente…
-        - Ese va a seguir siendo nuestro secreto, es digno de un SÁLVAME DELUXE del futuro…
-        - ¿Aclara simplemente si soy un seudónimo o un apodo?
-     Siempre he querido buscar nombres por los que me llamaran los demás. Estás más cerca de un seudónimo que de un apodo… Los apodos te los ponen los demás, los seudónimos los eliges tú y a ti te elegí yo…
-        - ¿Y por qué ya no firmas con mi nombre?
-      Como “firma” nunca te he utilizado fuera de Almería… Sigues estando vinculado principalmente a aquella etapa… Supongo que eres esa fuerza original que puso en marcha toda la maquinaria en la que luego se ha convertido mi vida… Aquellos años divertidos, pero también duros, en cualquier caso muy intensos, donde con la furia que te da la primera juventud, la adolescencia radical, te muestras de una manera en la que todo lo que has pensado sobre ti mismo es posible… Luego llegan otros intereses, y la contundencia de la realidad, además no queda nadie ni nada de lo que rodeaba aquel momento, todo se ha evaporado, y por lo tanto deja de tener sentido…
-        - ¿No queda nadie ni nada? Suena terrible…
-      - ¡Qué va! No tiene nada que ver con un sentido melodramático de la vida… Es un hecho, es una realidad. De aquella época hay muchas personas que han seguido un camino vinculado a esa energía, algunas de ellas además han conseguido incluso éxito siguiendo ese camino, fue una época fructífera… pero yo ya no tengo nada que ver con aquello. Todo se ha transformado, es una especie de victoria de la vida.
-        - ¿No echas de menos aquel momento?
-        - No. Y lo digo sin titubear, sin dudas, sin miedo. Esa época no significó nada para nadie, salvo para los que estábamos allí… Si los que estábamos allí hemos seguido por caminos diferentes y con objetivos diferentes esa época no debe volver, y no debe añorarse, al menos yo no lo hago. Simplemente sería imposible.
-        - Parece que hablas de la movida madrileña…
-        - Jajajaja… La Movida fue una referencia para mi muy importante. En aquel momento yo la tenía siempre en mente, y supongo que la idealicé de una manera delirante como si algo así fuera posible en Almería… De todas formas si lo analizas todo el mundo habrá tenido su “movida” aplicada a sus circunstancias… Los que años después están aburridos se empeñarán en agigantar esos recuerdos para explicarle al mundo que hizo algo importante-interesante, pero los demás seguirán a lo suyo… Yo ahora sigo a lo mío… Todavía no estoy aburrido.
-       - ¿Pero saliste de una manera natural de aquello? No quiero recordarte lo importante que era todo para ti…
-     - Yo nunca hago nada de forma natural, y menos una salida... Salí como pude… En ocasiones muy dolorido…
-         - ¿Ves como sí hay melodrama?
-        - Lo justo, la verdad…Sí que me interesa la manera en la que poco a poco se va terminando con algo en lo que creías, y también cómo soy capaz de luchar por lo que me importa hasta el último instante… Si sigues por este camino acabaré poniéndome melodramático, y en realidad esto no le importa ya a nadie…
-        - ¿Estás seguro?
-        - Completamente…
-        - Sin embargo aquí me tienes hablando contigo, y dices que yo soy “aquella época”…
-   Bueno, tú eres el equivalente al niño interior que tan de moda se puso en la vertiente “terapéutica-psicologista- autoayudera-new age” de finales de los noventa… Yo no tengo niño interior, tengo una lagarta interior.
-        - Me parto…
-       Lo digo en serio… a veces tengo que recordar de dónde vengo, y cómo he llegado hasta aquí, lo que tú esperabas de mi, lo que he conseguido y también lo que he perdido. Y todas las veces que te he dejado de lado, y sólo porque vete tú a saber en qué tontorrona estaba pensando…
-        - ¿Y en qué tontorrona pensabas?
-     Pues ha habido unas cuantas, la verdad, pero en general alguna que me tendría absorbido, intentando entenderla… Y yo es que a ti tengo que cuidarte porque las que te iban a cuidar se han marchado… Ya no tengo tiempo para tontorronas.
-         - ¿Te han entretenido mucho?
-     Bastante más de lo deseado, pero esa también es mi responsabilidad, así que al final al mirar atrás no quedan muchos culpables…
-        - Asumir responsabilidades es de buena persona… ¿Eres buena persona?
-       Soy muy imperfecto, pero no soy mala persona, lo que tampoco quiere decir que sea bueno, sólo sé que he generado mucha felicidad a mi alrededor… He creado espacios y situaciones que tenían que satisfacer a las personas a las que he invitado a participar de esas experiencias... Ayer miraba a mis alumnos de Cuenca y pensaba: lo he vuelto a conseguir. Luego cogí el autobús y me volví a Madrid, pensando en mis cosas…
-        - No voy a preguntarte por Cuenca porque sé que tienes preparado un especial…
-       Exactamente.

PRESUNTA ADOLESCENCIA.

-          - En tu anterior post decías que te sentías como un adolescente, ¿tiene eso algo que ver conmigo?
-          - Absolutamente… Llevo años entendiendo la creación como una profesión a la que me he entregado de forma incondicional, y esa entrega implicaba una especie de sometimiento de todas mis urgencias, y de repente me siento preparado para pasar de todo, para volver a hacer lo que me de la gana… Tengo ganas de darle prioridad a una manera muy descarnada de relacionarme con el teatro, como cuando firmaba como Pedro Lagarta. Es decir, cuando sólo me dejaba llevar por la intuición. Pero entonces era tan joven que no tenía que ganarme la vida. Ahora sí. Eso lo ha cambiado todo de forma irremediable. Y ha vuelto el determinismo…
-          - O sea, estás hablando de “derrota”…
-      - No del todo, estoy hablando de entender el contexto y darse cuenta de lo que realmente tienes que hacer…
-       - A ver, a ver, que yo me aclare, porque cuando te pones en plan esfinge tebana lanzando enigmas no hay quien te pare…
-     - No hay para tanto, si la “movida” existió, en cualquier caso, es porque el contexto social y cultural necesitaba de la movida. Nuestro contexto, el tuyo y el mío, es otro desde hace mucho tiempo. Lo que pasa es que no nos habíamos dado cuenta…
-      - ¿Entonces te referías a una cuestión “creativa” cuando hablabas de “adolescencia”? Todo el mundo creía que se trataba de algo más “vital”…
-        - No hay diferencia… Si necesito comunicarme así, es porque mi vida se ha colocado en un punto en que mis impulsos vuelven a ser prioritarios como cuando era adolescente… Tengo que decirte que mi estilo de vida sigue siendo adolescente, aunque pasa el tiempo sigo sin haber hecho nada propio de mi edad… ¡Y lo que te rondaré, morena!
-         - Y tú tan contento…
-         - Más o menos… Cada vez con más sensación de responsabilidad. Es decir, sabiendo que TODO ESTO pasa factura…
-         - O sea, que te estás complicando…
-       - En cierta medida sí…, pero sin hacer mucho ruido… Pero sí, últimamente he prescindido un poco del chaleco antibalas…
-       - ¿Y qué vas a hacer?
-       - Por una parte volver a saltar al vacío, y por otra parte terminar un proyecto que podrías firmar tú.
-       - ¿Ese proyecto no es “el salto al vacío”?
-       - No, ese proyecto es un gusto que me voy a dar…
-       - ¿Me dejarás firmarlo?
-       - No creo, como te expliqué antes ya no tendría mucho sentido…
-       - Vaya por Dios…
-       - No sé aún qué voy a hacer contigo, no insistas…
-       - ¿Y el salto al vacío?
-       - Pues voy a intentar explicarlo… A veces pienso que en otra “cultura social”, como por ejemplo la norteamericana, yo sería un perdedor… Adoro la cultura norteamericana y sobre todo la entiendo, sin embargo lo que nos queda de cultura europea y el neocontexto-“crisis” hacen que me pueda sentir bastante satisfecho conmigo mismo. Creo que soy alguien que está justo donde quiere estar, y alguien que ha conseguido lo que quiere más que un triunfador es un ganador… Me veo como un perdedor que gana… Así que mi salto al vacío consiste en volver a hacer cosas de perdedor convencido de que se trata de una victoria. Y hasta aquí puedo leer…
-       - Menos mal que te conozco, porque si no yo no me enteraría de nada…
-       - La gente entiende más cosas de las que creemos tú y yo. Además, esta entrevista sólo la van a leer personas que me conocen, así que no es tan grave…
-       - Este blog tiene muchas más visitas de las que crees, por ejemplo tiene muchas visitas desde Argentina… ¿Crees que los argentinos que trabajaron contigo te conocen?
-       - No lo sé, pero mis tres visitas argentinas fueron muy importantes a nivel personal y allí aprendí mucho y mostré algunas de mis mejores facetas… yo los extraño en general, y además algunos de ellos son importantes en mi vida y tendrían las puertas de mi casa abiertas…
-       - ¿Y tu corazón está abierto?
-       - Mi corazón se abre en muy pocas ocasiones, pero aspiro a que se sepa interpretar. Un buen interprete es una buena opción…

SAN VALENTÍN

-       - Has decidido publicar esta entrevista en San Valentín… ¿Estás enamorado?
-       - Siempre estoy enamorado.
-       - No vale…
-       - Jajajaja…
-       - Quiero saber si te gusta alguien, si te acuestas con alguien, si alguien te tiene el corazón entretenido…
-       - Pues sólo te puedo decir que últimamente hablo más que nunca de mis emociones a un nivel cotidiano, pero de ahí a contestar estas preguntas en un blog hay un abismo…
-       - Algo, por favor…
-       - Pues ahora tengo dos esposas insatisfechas, una de Murcia y otra de Madrid. Ambas aparecieron en mi vida mientras me alejaba de todo lo que suponía Almería, es decir, de todo lo que suponías tú, y nunca pensé que años después iba a vivir con ellas… Y de repente somos tres en casa. Y además, de momento se llevan muy bien entre ellas.
-       - ¿Y por qué están insatisfechas?
-       - Primero por sus propios asuntos y segundo porque yo no puedo darles lo suyo…
-       - ¿Una de Murcia y otra de Madrid?... ¿Te das cuenta?
-    - Me estoy dando cuenta mientras charlamos… Son las dos ciudades donde he tenido casa, donde he vivido. He estado en muchos sitios, pero casa sólo he tenido en Almería, Murcia y Madrid, así que este “hogar” supone una síntesis de mi trayectoria… Es una santísima trinidad geográfica y ahora también personal…
-       - Háblame de Madrid…
-   -  Madrid era la ciudad donde vivían los personajes de Almodóvar, y yo quería pertenecer a ese escenario… seguramente si hubiera visto las películas de Paul Morrissey antes que las de Almodóvar hubiera acabado viviendo en Nueva York… He apostado por Madrid y aquí estoy. En este momento no me veo en otro lugar y eso que el panorama es muy distinto al que yo imaginaba…
-       - Háblame de Murcia…
-     - Murcia es una ciudad donde fui feliz, pero llegué sabiendo que me tenía que marchar cuanto antes… Era una ciudad de paso.
-       - Sin embargo no terminas de irte de Murcia… ¿No te da miedo?
-       - ¿Cómo?
-       - Pues eso, que no terminas de irte de Murcia…
-       -  … ¡Madre mía!... Ya sé por dónde vas y quiero que sepas que me planto… Por ahí NO. Aunque te diré que sí, que me da miedo…
-    - Pues yo no me planto, que para eso es San Valentín… ¿No es una paradoja estar bien en un lugar y querer marcharte de él? ¿Te sucede igual con el amor?
-   - Puede parecer una paradoja, pero todo depende de tus aspiraciones… y prefiero seguir hablando de “lugares”…
-       - Yo prefiero hablar de “territorio murciano”…
-       - Bueno, pues como quieras… Pero ¿quieres que te explique la paradoja o no?
-       - Explica, explica…
-       - A veces para llegar al “lugar” que quieres hay que pasar por un sitio intermedio… Lo que no quita que en esos territorios intermedios encuentres razones para estar bien… Por cierto, nunca he considerado a las personas como “puntos intermedios”.
-       - ¿En el amor no hay punto intermedio?
-   - Claro que no. La gente se asusta al hablar de amor. Creo que es una palabra que ha terminado significando exactamente lo contrario de lo que significa. Por ejemplo cuando alguien dice que “le da miedo el amor”, lo que está diciendo es que “le da miedo el desamor”. Yo sé que el amor no es igual al desamor y siempre he sabido si estaba enamorado desde el minuto uno, aunque tardara años en asimilarlo y/o verbalizarlo. Pero cuando estoy “enamorado” no tengo miedo, tengo ganas… En el amor hay evolución, nada más, va creciendo y adoptando formas más solidas, o incluso más formales… El amor porque sí no me parece un tema muy interesante, la verdad…
-       - Pues tú has hablado mucho de amor en tus propuestas teatrales…
-   - No exactamente…, pero sí del impacto del amor, o de algunas maneras de amar que implicaban conflictos más complejos… Amar no depende de uno sólo, salvo que te ames a ti mismo, que es una obsesión recurrente de nuestra época… La gente tiene sus propias movidas y es una lástima que a veces no estemos en la misma onda… Tú puedes intuir que algo funcionaría, pero lo que tienes enfrente se está preocupando de otra cosa y no va a tu ritmo… Pues o cambias de ritmo tú o se queda en el camino…
-       - ¿Y tú que prefieres?
-       - Yo estoy dispuesto a cambiar de ritmo, pero también estoy dispuesto a dejar en el camino cuanto antes lo que no va a funcionar…
-       - La estás liando parda, fijo…
-    -Digamos que estoy intentando hacer las cosas de otra manera, y no tengo ni idea de cómo hacerlas claro…
-       - Ja,ja,ja,ja…
-       - Me preocupa perder el control, cosa que a ti te encantaba…
-       - ¿Te acuerdas?
-       - Calla, calla…
-     - Siempre has tenido un significativo sentido de la intimidad, pero hoy con el Facebook y con las redes sociales la gente lo cuenta todo con mucha naturalidad…
-       - Y por eso ya nada es importante…
-       - ¿Tú crees?
-     -  Da igual lo que yo crea… Pero aprovecho para pedir disculpas a tod@s los que se sienten desatendid@s por mí en las redes sociales… Lo siento, no me he adaptado, no me siento cómodo del todo, no tiro la toalla pero no es mi medio, es lo único que me hace sentir como de otra época… No me gusta wasapear, sigo dándole valor de sms a los mensajes, no consigo compartir cada paso que doy en el Facebook, no me gusta ver la tele y leer tuits al mismo tiempo, etc, etc…
-       - ¿Te sientes “old fashion” o tiene su puntito “guay” decir que no te adaptas a las redes sociales?
-      - Pues ni una cosa ni la otra… Simplificando tiendo a sentirme cómodo o incómodo, y para mí siempre ha sido importante que no me hagan sentir incómodo… Lo único que me preocupa del tema “redes sociales” es que eso me aleje de la realidad de otras personas que me importan y que sí saben divertirse así… Eso sí que me asusta un poco.
-       - Al fin un poco de miedo, menos mal…
-       - Antes también he hablado de miedo, pero te has puesto como una moto y no te has dado ni cuenta…
-       - ¿Ah sí? ¿Cuándo hablábamos del “territorio murciano”?
-      - Anda, déjalo ya… Ni Murcia me necesita a mi, ni creo que haya que volver a los lugares donde has sido feliz…
-       - ¡Mira que eres redicha!
-       - ¿Cambiamos de tema?

TITULAR FINAL
-       
-         - Dame un titular para terminar por hoy…
-    - Estoy preparando un espectáculo que se estrenará en Madrid a mitad de marzo, en el teatro Fernán Gómez. En este momento estamos en fase de pre-producción y cerrando el reparto. Es un espectáculo muy importante para mi, porque es una síntesis de mi aportación al mundo del teatro lírico. Por primera vez me he dado la oportunidad de interpretar ese mundillo al que llegué, así de pronto, y tantas experiencias impagables me ha regalado.
-      - ¡Guau!... ¿Es un espectáculo de ópera, de zarzuela?
-      -  El espectáculo toma como base la vida del compositor Jacinto Guerrero, que es un autor con el que yo he terminado generando un vínculo muy especial, y creo que era el momento de corresponderlo. Pero no es una zarzuela, no es una ópera, y sin embargo puede hacer disfrutar tanto al fan de lo lírico como al que no le interese nada ese mundo. Lo he escrito yo y, de hecho, en su esencia están una serie de complicaciones conceptuales de las que sólo me dado cuenta cuando hemos empezado a diseñar la campaña de promoción.
-       - ¿Tiene que ver con ese proyecto descarnado del que no paras de hablar?
-   - No, ese proyecto se estrenará a finales de año, o al menos a mi me gustaría que coincidiera con la Navidad… El espectáculo de Guerrero es una cosa más blanca, menos agresiva, pero muy personal también.
-      -  ¿Y con quién cuentas en el equipo?
-      - Pues de momento no voy a decir nada, pero ojalá que estén algunas de las personas importantes que han hecho posible que este proyecto se realice, y además sea la oportunidad de conocer a gente que siga sumando…
-       - ¿Te consideras leal con la gente que te acompaña?
-    - Hasta límites insospechados… A veces echo de menos tener una posición más privilegiada sólo para darle oportunidades mejores a las personas que se han dejado la piel a mi lado… No me siento en deuda con nadie, pero sí con ganas de agradecer infinitamente…
-       - ¿Vas a echar de menos a alguien?
-       - Sí. Echaré de menos sólo a una persona.
-       - ¿Lo dejamos aquí?
-       - Perfecto… ¿Qué te pasa…, te has puesto triste?
-       - Me apena un poco que no me llames para tu proyecto en el Fernán Gómez…
-       - ¡Qué boba!... Este estreno tiene mucho que ver contigo, porque también tiene mucho que ver conmigo.


Una de las películas de Paul Morrissey...



... y la cena de San Valentín 2014 con mis dos esposas insatisfechas.